Para Olivier De Schutter, relator especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, la de la Cañada Real “es una situación muy escandalosa”: allí, 4.000 personas llevan sin electricidad ni agua caliente desde octubre, entre ellas 1.800 niños que “viven en condiciones sanitarias muy pobres” y “están afectados por una situación que no es responsabilidad suya”.
